22 novMal de muchos…

No es fácil el camino de emprender.

Con motivo del cierre del Día del Emprendedor Porteño, Clarín publica en el día de hoy un artículo en el que dos emprendedores comentan cuáles fueron las dificultades más importantes en el desarrollo de sus proyectos comerciales.

“Desde fines de los 90, en la ciudad de Buenos Aires se crean entre 10 y 15.000 nuevas empresas cada año, pero la mayor parte cae a poco de andar. Las causas del fracaso hay que buscarlas en la falta de acceso a financiamiento, dificultades para diseñar un plan de negocios consistente, poco conocimiento del mercado y escasa capacitación en gestión de negocios”, resume Carlos Boyadjián, en su nota titulada Las Claves de un Emprendedor Exitoso. En la misma es interesante leer las opiniones de Sonia Bunge (32), socia de Bathinda (confección de ropa de cama) y Ariel Brunetto (30), director de Aquadize Studios (aplicaciones gráficas para videojuegos y animación 3D).

Consultada acerca del momento por el que atraviesa nuestro país en relación al desarrollo de nuevos emprendimientos Bunge comenta en la nota “Por ahí la macro hoy no juega en contra, pero la incertidumbre es una variable que te acompaña siempre”. Respecto de los motivos por los cuales pocos emprendimientos sobreviven Gustavo Svarzman, subsecretario de Desarrollo Económico porteño , responde: “Diría que las causas son dos: la inexperiencia y la falta de conocimiento específico; y por otro lado, las restricciones para acceder a financiamiento. Pero esto pasa en todos los países, porque la tasa de mortandad y de riesgo, claro, de las nuevas empresas es mucho más alta. Un tema importante en programas de fomento de esta actividad es cómo encontrar emprendedores en proyectos viables; y agrega  Brunetto: En software hay muchas ganas de hacer algo pero a veces se pierde de vista el negocio, entonces se acaba el capital inicial y se termina por abandonar el proyecto. Es clave hacer lo que uno quiere pero también lo que el mercado busca.

En el cierre de la nota comenta Svarzman: La universidad enseña ciertas cosas pero normalmente no enseña a hacer negocios. Esto es una cosa bien diferente que requiere tener conocimiento específico, aptitud personal para emprender y la vocación para hacerlo.

Desarrollar el propio emprendimiento es una tarea compleja para cualquier tipo de negocio. Si además sumamos la dificultad de desarrollar una nueva empresa basada en innovaciones tecnológicas, las cosas pueden ser aún más difíciles, considerando que éstos suelen requerir inversiones mayores y generalmente poseen una ventana de oportunidad estrecha.
Pero existen buenas oportunidades en la Argentina de hoy y la Facultad cuenta con nuestra incubadora de empresas para darte apoyo a sortear estas dificultades.