06 mayINCUBACEN: 10 años incubando Emprendimientos de Base Tecnológica

Con una década de trayectoria, la incubadora de empresas de base tecnológica Incubacen tiene muchos logros para mostrar. Desde 2003, generó 9 empresas y 50 puestos de trabajo. Hoy apoya a 78 emprendedores en el desarrollo de sus proyectos, con una alta eficacia en la búsqueda de financiamiento.

La incubadora de empresas de base tecnológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Incubacen, cumplió 10 años de vida con muchos logros: Luego de haber generado 9 empresas tecnológicas y 50 puestos de trabajo, con 90 proyectos incubados, actualmente brinda apoyo a 78 emprendedores para el desarrollo de sus proyectos innovadores, de alta intensidad tecnológica.

“Hoy tenemos 12 patentes que están siendo puestas en valor en empresas nacionales incubadas en Incubacen, que están exportando conocimiento argentino a Estados Unidos, Brasil, Chile, Uruguay y México”, destacó Laura Pregliasco, secretaria adjunta de Investigación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y directora de Incubacen desde 2005.

Estos logros se suman a otras novedades de 2013, que generan expectativas, con la creación de dos nuevos laboratorios en Exactas, para las empresas incubadas Tolket SRL y Biocódices, y con la presentación de 32 proyectos a la convocatoria Empretecno, un instrumento de financiamiento del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC), de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que permite acceder a aportes no reembolsables de hasta 2,5 millones de pesos para el desarrollo de empresas tecnológicas. De los 32 proyectos presentados, 22 fueron aceptados para proponerlos al Fondo y 17 fueron seleccionados para ser incubados en Exactas.

Según Pregliasco, el crecimiento que experimentó la incubadora tiene al menos tres razones: “Se fue imponiendo el concepto de innovación a nivel nacional. Ahora está bien visto en nuestro sistema científico-tecnológico embarcarse en proyectos aplicados y articulados con el sector productivo y eso es fundamental porque es desde donde se prende la llama. Por otro lado, hemos mejorado mucho nuestra forma de trabajo con un método desarrollado en la práctica, nos involucramos muy activamente en cada uno de los proyectos”. El tercer argumento está en la propia facultad de la UBA: “Exactas nos permitió aprender mucho, ya que es una fuente muy importante de proyectos de alta intensidad tecnológica”.

Ezequiel Litichever, coordinador general de Incubacen, consideró: “La complejidad de los proyectos que recibimos nos permitió entrenarnos y especializarnos enaspectos específicos de los negocios  tecnológicos y, por otro lado, ser mucho más precisos a la hora de la selección, teniendo en cuenta la existencia de un equipo emprendedor adecuado, además de la propuesta”.

A su entender, este aspecto, sumado al desarrollo de la marca, les permite ser muy efectivos en la búsqueda de financiamiento: “En el 80% de los casos, donde nos presentamos lo conseguimos”, afirmó. “La imagen que logramos hace que los posibles inversores confíen en la selección que hacemos, acompañen los proyectos con una base de seguridad, y eso es fundamental”, agregó Pregliasco.

Además, Litichever subrayó la importancia fundamental de la articulación dentro del sistema nacional de innovación: “Necesitamos crear alianzas y negociar con los ministerios, con bancos, con inversores y también con las autoridades de la Universidad de Buenos Aires”. Al respecto, es destacable la integración con la UBA, puesto que Incubacen comparte su experiencia con toda la Universidad en forma sistemática, con el objeto de que su experiencia pueda replicarse en el resto de las facultades a través del programa UBA Emprende.

El propósito básico de la incubadora es trabajar muy cerca de los emprendedores para ayudarlos a hacer viables sus proyectos y acompañarlos en el crecimiento. Sus responsables la definen como una “incubadora chica con proyectos grandes”. “Muchísimas incubadoras han defraudado a su público por el afán de coleccionar proyectos, habitualmente con una asistencia pobre o poco profesional”, advirtió Pregliasco. “Nosotros tenemos algo que muchos pretenden conseguir: proyectos de alta intensidad tecnológica. Los cuidamos y, si es necesario, también los dejamos ir”, finalizó